Segundo anticipo:
- Aizu, Goyito, Sir Charles decía que, por ejemplo, si naciese una mosca con párpados –
que no lo tienen, no sé si sabes – y la criatura no tuviese que pasar tanto rato
limpiándose los ojos con las patitas,
sus descendientes, además de acabar con todos los olivares de D. Leandro
terminarían por imponerse a las demás moscas desparpadadas porque se alimentarían más y mejor y se reproducirían más que las otras. Él lo
afirmaba sobre otros animales que vio en nuestro viaje, el del
Beagle, pero yo te lo explico con
moscas para que me comprendas, ¿entiendes?
Solo él me llamaba Goyito. A la abuela,
“¡Gre-go-rio, puñetas,
Gre-go-rio! ¡El niño se llama Gre-go-rio!”, se la llevaban los
demonios al oírle pero, tras ese reclamo,
yo le decía a todo que sí aunque
fuera más fácil entender las romanzas
sagradas de mi abuela que aquel
galimatías biológico de su marido. Yo quería creerle a él porque era sabio a su
manera y ocurrente y tenía un tipo de
humor especial que no era el de por aquí y además porque yo sabía, sabía que (...)
(Fragmento del relato "El cocinero del HPS Beagle" del libro "El... el... el amor, ¡eso es!") @elamoresoes #elamoresoes
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